Comunicado Mundial Num.018, LOS GRANDES ATLETAS DE LA ESPIRITUALIDAD.


LOS GRANDES ATLETAS DE LA ESPIRITUALIDAD.


Amen a los hombres de buena voluntad,

Amen a los hombres que aman la paz,

Amen por aquellos que luchan cada día por construir un mundo mejor.


Los juegos olímpicos, son sin duda trabajos exquisitos para convivir con la humanidad
y atravesar por el veneno de la guerra para llegar al camino de la paz.


Los griegos hablaban de la convivencia como la cuna de la comunión universal entre todos los pueblos de la tierra.

Y a anacletogadas se le ocurrió caminar entre la batalla un día de guerra terrible y pensar en voz alta.

- Padre mió, dijo para si.

Si en lugar de que tus hijos luchen en el campo de batalla, tan solo se pusieran a convivir un día en la vida con amor en la entrega humana y pudieran demostrar que entre los pueblos del mundo se puede hacer un mundo lleno de paz, ese día lloraría.

- y cuenta la historia que lloro.



Porque siendo anacletogadas un visionario pudo encontrar que era posible la convivencia dentro de la paz.

Las naciones que hablan de paz y la viven, son aquellas que pueden lograr el amor universal con todos sus valores y virtudes.

Hoy china se viste de gala y nos hospeda en un lugar maravilloso llamado el mágico mundo del sueño olímpico.

Todo es fe, para compartir con más de 100 naciones una justa olímpica mundial que llega a todos los rincones del planeta.

En todo el mundo se ilumina el espíritu deportivo y se dan a conocer las grandes virtudes del ejercicio y del alto rendimiento.

La pasión y el amor se viven a cada día y los Reyes y presidentes de todo el mundo abogan por una activación deportiva en todo el orbe.

La lucha se sigue dando y así como es el deporte, también tenemos pendiente el olimpismo espiritual y el alto rendimiento de la autorrealización.

Es día para festejar que los pueblos del mundo se pueden reunir en paz.

Paz a aquellos que aman a dios.

Paz Aquellos que se simbran ante las miradas tiernas de un niño o una niña.

Paz para aquellos como anacletogadas que sueñan con un mundo mejor.

Pero la paz no se puede construir definitivamente solo pensando en ella, es necesario que haya una transformación radical dentro de cada uno de nosotros.

Debemos convertirnos en atletas de la paz y del amor.

Debemos convertirnos en atletas de alto rendimiento en nuestra transformación interior.

Nadie va a cambiar por nosotros, somos nosotros mismos los que debemos hacer nuestra propia olimpiada interior.

Cambiar para vivir mejor, se escucha bien, es excelente,
pero cambiar por autorrealización es la máxima dadiva que le podemos entregar en ofrenda a dios.


Nuestro Gran Padre Madre, Águila Mayor, desea desde hace miles de años que seamos atletas en comunión espiritual y que amemos la paz y no solo la amemos si no que también la hagamos dentro de nosotros.


Porque es dentro de nosotros donde inicia todo, inclusive la misma guerra, antes de hacerse externa, la vivimos internamente, en nuestra mente, cuando se activa nuestro ego, nuestro yo, multiplicado por legiones tenebrosas.


La máxima condecoración olímpica es la paz.

La máxima comunión olímpica es la convivencia pacifica.

La máxima Transformación del mundo es la unidad total.


Recordemos siempre, que únicamente a través del alto rendimiento espiritual es como conseguiremos nuestra transfiguracion.

Sean Paz y hablen de amor.

Hablen solo de la paz.

Amen al que necesita amor.

Hablen solo de Fe y de Autorrealización.

Disfruten de la vida espiritual pero en alto rendimiento de la autorrealización.

Cristo Inmortal.
Samael Aun weor.
Avatara de la Era de Acuario y Presidente del Movimiento Gnostico Mundial.